Este concierto está considerado como el más brillante, perfecto y popular de todos los que Liszt compuso. No expresa ni mundos contemplativos, ni ideas profundas, entre otras cosas porque Liszt nunca estuvo interesado en destacar en sus obras esas características, excepto en contadas ocasiones. El concierto es de una fuerza superior a la de su posible trascendencia. Tal vez la característica más acusada sea la del interés con que, sin que el piano pierda protagonismo, participa la orquesta, ya sea con intervenciones de distintos solistas, ya en los tutti de una formación que emplea, lejos de limitaciones clásicas, todo el conjunto, incluidos los trombones y una rica y brillante percusión.
Escuchamos la versión de Sviatoslav Richter al piano con la Orquesta Sinfónica de Londres dirigida por Kirill Kondrashin en 1961.
Francesc, I would have loved to have been at the first performance. It is so dazzling but with lovely serene moments too.
ResponderEliminarLiszt es muy impresionante. Lástima que no existiese la posibilidad de grabar sonido en 1855.
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