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miércoles, 25 de marzo de 2015

El mandarín maravilloso (Der Wunderbare Mandarin), opus 19. Béla Bartók


El mandarín maravilloso (húngaro: A csodálatos mandarín; alemán: Der Wunderbare Mandarin) op. 19, Sz. 73, es un ballet pantomima en un acto, compuesto por el compositor húngaro Béla Bartók entre 1918 y 1924, basado en una historia de Melchior Lengyel. Estrenado en Colonia en 1926, causó un escándalo y fue temporalmente prohibido. Aunque su estreno en Praga fue mejor recibido, en vida del compositor fue interpretado más frecuentemente en la versión de suite de concierto, la cual preserva casi dos tercios de la música original del ballet.

Luego de una introducción orquestal que representa el caos de la gran ciudad, la acción se inicia en un cuarto que pertenece a tres vagabundos. Buscan dinero en sus bolsillos, pero no lo encuentran. Entonces deciden forzar a una chica a que permanezca en una ventana para atraer al cuarto a los hombres que pasen. Ella inicia un juego de seducción con una danza descarada, con la que primero atrae a un libertino, viejo y pobremente vestido, quien hace gestos románticos y cómicos. Cuando ella le pregunta si tiene dinero, él contesta "¿Quién necesita dinero? Lo que importa es el amor". Él persigue a la chica, con creciente insistencia, hasta que los vagabundos lo cogen y lo echan.
La chica regresa a la ventana e inicia un segundo juego de seducción. Esta vez atrae a un tímido muchacho que tampoco tiene dinero. El hombre baila con la chica, y cuando el baile se torna apasionado, los vagabundos lo asaltan y también le echan.
La chica va nuevamente a la ventana e inicia su baile. Es cuando los vagabundos y la chica ven una figura bizarra en la calle, que pronto asciende por las escaleras. Los vagabundos se esconden y la figura, un mandarín, permanece inmóvil en la entrada del cuarto. Los vagabundos le ordenan a la chica que lo atraiga. Cuando ella baila, el mandarín se excita y salta sobre ella. Se inicia un forcejeo, la chica logra escapar de su abrazo, y él la persigue. Los vagabundos saltan sobre él, le quitan sus cosas de valor e intentan ahogarlo con almohadas y sábanas. Sin embargo, él sigue con la vista fija en ella. Le apuñalan tres veces con una espada oxidada; el mandarín tambalea, pero salta nuevamente sobre la chica. Los vagabundos lo atrapan nuevamente y lo cuelgan de la lámpara, que se rompe dejando el cuarto a oscuras. El cuerpo del mandarín empieza a brillar con una misteriosa luz azul. Los vagabundos y la chica se horrorizan.
A la chica se le ocurre cómo deshacerse de él. Le ordena a los vagabundos que lo suelten. Cuando el mandarín salta sobre la chica, ella no opone resistencia, abrazándole. Cuando el deseo del mandarín se cumple, las heridas empiezan a sangrar y muere.

Escuchamos la versión de Claudio Abbado dirigiendo a la Orquesta Sinfónica de Londres y a los Ambrosian Singers en una grabación de 1983.

 

lunes, 11 de marzo de 2013

Il viaggio a Reims. Gioacchino Rossini


El viaje a Reims (título original en italiano, Il viaggio a Reims) es una ópera bufa, originalmente representada en tres actos, con música de Gioacchino Rossini y libreto en italiano de Luigi Balocchi, que a su vez estaba basado en parte en Corinne, ou L'Italie de Madame de Staël. En la versión crítica moderna se subtitula sin embargo drama jocoso en un acto. El título completo es Il viaggio a Reims, ossia L'albergo del giglio d'oro (esto es, "El viaje a Reims, o el Hotel de la flor de lis de oro").

La última ópera de Rossini en idioma italiano (todas sus obras posteriores fueron en francés) se estrenó con el título Le voyage à Reims, ou l'Hôtel du Lys-d'Or. Fue un encargo para conmemorar la coronación del rey francés Carlos X en Reims en 1825 y ha sido aclamada como una de las mejores composiciones de Rossini. Una obra exigente, requiere 14 solistas (tres sopranos, una contralto, dos tenores, cuatro barítonos y cuatro bajos). En su estreno, fue cantada por las mejores voces de la época.

Dado que la ópera fue escrita para una ocasión específica, con una trama sobre aristócratas europeos, oficiales - y una poetisa - en camino para unirse en las festividades de la coronación francesa para la que fue compuesta la ópera, Rossini nunca pretendió que tuviera una vida más allá de unas pocas representaciones en París. Más adelante usó alrededor de la mitad de la música en Le comte Ory.

El viaje a Reims no tiene una obertura. Desde 1936 se interpretó como tal una pieza supuestamente encontrada, que en realidad es un derivado del ballet perteneciente a la ópera Le Siège de Corinthe (1826). Se publicó en Milán, en 1938, en una revisión de Giuseppe Piccioli, que fue estrenada en el Teatro de La Scala, el 5 de noviembre de 1938, dirigida por Richard Strauss. Más tarde fue grabada repetidamente como la supuesta obertura de El viaje a Reims, hasta que en la definitiva versión de la ópera, quedó excluida dicha pieza.

Entre los números más destacables está sin duda el gran concertante a catorce voces con el que se señala el nudo central de la trama. En él Rossini lleva al extremo su habilidad para concertar todas las voces del elenco en el momento de estupor general.

Escuchamos un fragmento de la versión dirigida por Claudio Abbado en el Festival de Pesaro de 1992.