miércoles, 12 de agosto de 2020

La alegría de la Huerta (1900). Enrique García Álvarez, Antonio Paso y Federico Chueca

 

Zarzuela en un acto, dividido en tres cuadros, original y en prosa de Enrique García Álvarez, Antonio Paso y Federico Chueca, estrenada el 20 de enero de 1900 en el Teatro Eslava de Madrid.

El libreto trata un tema clásico: el amor entre dos personas que son víctimas de un matrimonio de conveniencia y como el amor triunfa en el último momento. Carola y Alegrías se conocen desde que nacieron y están enamorados, pero la familia de Carola anuncia su compromiso con Juan, hijo de un rico hacendado. La timidez de Alegrías obliga a Carola a tomar la decisión de rechazar el compromiso. El nombre de la zarzuela es un juego de palabras con el nombre del joven enamorado, Alegrías.

Para el popular autor de La Gran Vía fue, en realidad, el gran éxito de anoche. El maestro volvió con singulares bríos por su fama, y el verdadero Chueca, el músico de los aires populares, alcanzó un triunfo ruidoso, de los que «hacen época». Partituras tan inspiradas y originales como ésta se han escrito pocas para obras del género chico. (La Época del 21 de enero de 1900)

Respecto de Chueca, los elogios deben ser mayores; porque Chueca, en La alegría de la huerta, es lo que siempre ha sido; un músico de inspiración lozanísima, que reproduce en el pentagrama, realzándolos con el arte, aires del pueblo, que á la vez parecen amenazas y gemidos, cantos de fiesta y gritos de dolor. También Chueca, como sus colaboradores, ha probado en su última obra que sabe componer en grande, sin recurrir á los sótis y valses que le han hecho famoso. (Juan Palomo en El Globo de 21 de enero de 1900)

Trátase de un cuadro de costumbres murcianas y en extremo agradable, movido; con interés, con pasión; el éxito fue ruidoso y verdadero. (...) Chueca ha escrito para esta obra una música preciosa, apasionada, brillante. Se repitieron casi todos los números. (A. Luna en El Heraldo de Madrid del 21 de enero de 1900)

A pesar de que la representación de La alegría de la huerta, de Paso, Alvarez y Chueca, duró hora y media larga, el público del estreno no dio muestras de cansancio. Por el contrario, desde el principio al fin no cesó la risa y el palmoteo, siendo los autores aclamados diferentes veces, así como el Sr. Muriel, que ha pintado tres decoraciones de efecto. El popular maestro Chueca, especialmente, recibió una cariñosa ovación por la inspiración y la valentía con que vuelve á refrescar sus laureles. Anoche triunfó en toda la línea. (El Imparcial de 21 de enero de 1900)

viernes, 7 de agosto de 2020

La leyenda del monje (1890). Carlos Arniches, Gonzalo Cantó y Ruperto Chapí

Zarzuela cómica en un acto y en prosa de Carlos Arniches y Gonzalo Cantó con música de Ruperto Chapí. Fue estrenada el 6 de diciembre de 1890 en el Teatro Apolo de Madrid.

Un matrimonio madrileño,doña Sofía y don Simón, con su hija, Olvido, se alojan en casa de Martina la pescadora y de su padre, el tío Mezquino. Están de vacaciones en lo que ahora llamaríamos turismo rural. Olvido tiene a su novio, Valentín, alojado en una fonda del pueblo y por medio de Martina le da recados cada noche. El novio de Martina, el pescador Melecio, tiene celos infundados de Valentín y, aprovechando la leyenda del Monje, decide darle un susto.

(Chapí) les hizo oír un toque de oración magnifico; después les arrulló con un coro que no hubiera cansado á los circunstantes hasta que todos se lo hubiesen sabido de coro, a fin de poder salir del templo tarareando aquello de "Prudencia y calma" y, finalmente, los agasajó con una jota que vale por todo un alfabeto. (La Época del 7 de diciembre de 1890)

No es fácil señalar la supremacía de un número sobre otro. Sin embargo, resultaron de más agrado del público la leyenda, el coro de hombres y mujeres y la jota, los cuales, en verdad, son un modelo acabadísimo de inspiración y de originalidad, siendo repetidos en-medio de atronadores aplausos a instancias del público, que llamó frenético al autor de la música. (El Heraldo de Madrid del 7 de diciembre de 1890)

El maestro Chapí ha encontrado en el asunto motivos para escribir una de las mas bellas páginas musicales que registrará su repertorio. Desde quo la orquesta empezó á preludiar la obertura todo el mundo comprendió que se trataba de la obra de un maestro notable y el numeroso público que llenaba por completo la sala guardó el más religioso silencio. (HB en El Imparcial del 7 de diciembre de 1890)

La música del popular y siempre aplaudido maestro Chapí, es bellísima, inspirada, con una instrumentación primorosa y de tal efecto, que arrebató a la concurrencia obligándola a tributar al autor una de las ovaciones más grandes que el eminente maestro ha recibido. (La Correspondencia de España del 7 de diciembre de 1890)

sábado, 1 de agosto de 2020

Jugar con fuego (1851). Ventura de la Vega y Francisco A. Barbieri


Jugar con fuego es una zarzuela en tres actos con libreto de Ventura de la Vega (1807-1865) y música de Francisco Asenjo Barbieri (1823-1894). Se estrenó el 6 de octubre de 1851 en el Teatro del Circo de Madrid.

Reparto: Adelaida Latorre (duquesa), Francisco Salas (marqués), Francisco Calvet (duque), José González (Félix), Vicente Caltañazor (Antonio). Decorados: Luis Muriel.

El argumento de la obra lo extrajo Ventura de la Vega, de la comedia francesa La Comtesse de Egmont, de Jacques F. Ancelot (1794-1854) y Alejo B. Decombereusse (1769-1862), aunque la situó en España, para que tuviese visos más patrióticos. El título alude a lo peligroso que es jugar con el amor.
En el anuncio de la nueva creación se hizo saber al público que habría unos decorados de Muriel y que la función concluiría con una jota aragonesa animada por cuatro parejas de bailarines. Con esta obra se iba a inaugurar la temporada teatral del Teatro del Circo. Al parecer, el público se extrañó del carácter histórico-serio de la zarzuela, ya que las zarzuelas decimonónicas anteriores eran más bien cómicas y de escasa envergadura teatral.
El estreno de la obra fue un éxito clamoroso y según relata el propio Barbieri "Diez y siete noches consecutivas fuimos los autores llamados a la escena y por cierto que en todas ellas después de salir al público, Ventura y yo bajábamos a contaduría a cobrar nuestro tanto por ciento que en mucho tiempo no bajó de una onza para cada uno, lo cual, sabido que entonces se cobraba sólo el 3%, se puede calcular que pasaba la entrada de 10.000 reales cada noche. Esta obra, en fin, dio grandes resultados a nuestra empresa".
Se da la circunstancia además de que la cantidad recaudada con Jugar con Fuego salvó financieramente a la sociedad que habían fundado los compositores Gaztambide, Barbieri, Hernando, Oudrid e Inzenga, el escritor Olona y el cantante Salas, para defender los intereses del nuevo género lírico y que estaba a punto de quebrar.

Acto I

Se desarrolla en la verbenera noche de San Juan, junto al río Manzanares. En medio del ambiente popular se pasean también figuras de la nobleza que alternan con los humildes vendedores y los artesanos. Entre el gentío se distingue pronto a la duquesa de Medina, que va disfrazada de modesta artesana. Detrás de ella aparece el marqués de Caravaca, que sigilosamente la está siguiendo para averiguar si es o no la ilustre dama que él sospecha. La dama se ha citado allí con el joven hidalgo Félix, a quien hizo creer que era la criada de una encopetada señora. Cuando Félix va a buscar un coche para abandonar el lugar, interfiere el marqués con varios amigos, pero el padre de éste impide que la duquesa sea molestada.

Acto II

Transcurre en un salón del Palacio del Buen Retiro. En esta mansión real se comenta la habilidad que tuvo la duquesa de Medina en la verbena para escapar de los nobles que intentaban descubrir quién era. Entran el marqués y la duquesa conversando y ella le dirige indirectas, porque sospecha que era el individuo que la sometió a acoso en la verbena. Félix y un primo suyo han acudido al palacio para una cita con el marqués, y llevan una recomendación para entrar al servicio del palacio. El marqués habla con Félix y se establece una cierta confianza que permite que Félix le explique sus amores. Cuando se produce la entrada de unos cortesanos, Félix reconoce a la duquesa; el marqués se brinda a presentársela pero ella disimula y hace creer que no conoce al hidalgo. Una intriga provoca que la situación desemboque en un escándalo y algunos hacen creer que Félix está loco y concluye el acto con su detención.


Acto III

Félix se encuentra en un manicomio, en el que tienen lugar varias escenas cómicas basadas en las simplezas de los internos. La duquesa planea liberar a su enamorado y el marqués se ofrece a intervenir. Cuando todo está listo para la fuga, Félix mete al marqués en el departamento de los locos. Los internos se ríen de él y van quitándole prendas de ropa hasta dejarlo en paños menores. Félix toma el frac del marqués a través de la reja y se disfraza de noble, ayudado por la duquesa. En este momento llega una orden real que autoriza el matrimonio de Félix y la duquesa.


La zarzuela titulada Jugar con fuego que anoche se ha puesto en escena en el teatro del Circo ha alcanzado un éxito brillantísimo. Puede decirse que ésta no es una zarzuela; es sí una ópera cómica llena de gracia y de novedad, y con trozos de música bellísima y original, como no la habíamos oído hasta ahora en composiciones de este género. Esta obra es un gran progreso en el género de música española. La ligereza, los chistes, la gracia y la repetición de situaciones y pasos extraordinariamente cómicos que en la fábula abundan, revelaron bien pronto que era concepción de un talento privilegiado; y la novedad, propiedad y brillantez de la música, dejaron conocer el genio de su autor. (La Época de 7 de octubre de 1851)

Pocas veces hemos presenciado en los teatros de Madrid un triunfo igual al que obtuvieron anoche los señores don Ventura de la Vega y Barbieri en el teatro del Circo con la zarzuela nueva en tres actos Jugar con fuego. A la conclusión del primer acto ya pidió el público la salida de los autores, y al concluir el duo del segundo acto tuvieron que presentarse. Toda la función siguió en el mismo orden, y los aplausos no cesaron desde el principio hasta el fin. La población entera de Madrid querrá ver la nueva opereta, cantada y representada de una manera inesperada, y puesta en escena con propiedad y lujo. (El Observador del martes 7 de octubre de 1851)

Por segunda vez se cantó anoche en este teatro la bonita ópera cómica Jugar con fuego, música del señor don Francisco Barbieri y letra del señor don Ventura de la Vega. Ciertamente que desde que de nuevo se introdujo el gusto por esta clase de óperas, ninguna ha obtenido un éxito más completo; bien es verdad que ninguna nos parece que pueda llegar, en mucho, al trabajo de los autores de esta excelente obra. El argumento es ingenioso y muy bien desenvuelto, y la música de un mérito sorprendente. (…) Si el señor Barbieri no fuera tan conocido por sus buenas composiciones, el Jugar con fuego le daría todo el crédito que de justicia le corresponde. El señor Ventura de la Vega ha dado una nueva prueba de su ingenio y claro talento en la composición del libreto.  (La Nación del 8 de octubre de 1851)


viernes, 5 de junio de 2020

Der Bäbu (1838). Heinrich Marschner


Der Bäbu es una ópera cómica en tres actos de Heinrich Marschner. El libreto alemán de Wilhelm August Wohlbrück (cuñado de Marschner) se basa en el libro The Baboo and Other Tales Descriptive of Society in India (1834) de Augustus Prinsep. La primera representación tuvo lugar el 19 de febrero de 1838 en Hannover.

Prólogo y Acto I

El Babu es un hindú que, debido a su naturaleza hipócrita, astuta, tierna y flexible, se afirma como el líder de los fakires, sabe cómo ganarse la confianza de los europeos y usa de todo ello para enriquecerse y luego disfrutar de la vida.

El Babu está en conflicto con un jefe afgano, llamado Ali, en un juicio ante la corte inglesa, y sabe cómo ganar sobornando a testigos y falsificando una acta. Al mismo tiempo, se prenda de Dilafrose, la hija de Ali, y se detiene en la casa de su padre, pero el orgulloso musulmán lo rechaza con desprecio.

Dilafrose está unida a un inglés, Forester, por los lazos del matrimonio y el tierno amor. Para salvar la vida de su amado, cuya salud sufre por el clima indio, se lanza a un río, pero es salvada por una feliz coincidencia. Forester luego va a Inglaterra, creyendo que Dilafrose está muerta, y se compromete con Eva, una joven inglesa. Llamado de regreso a la India antes de su matrimonio, encuentra a Dilafrose. Doblemente comprometido, para tratar de deshacerse del lío, y estar solamente con Dilafrose, hace creer en Inglaterra que murió; Eva, completamente perdida, llega a Calcuta con una amiga, Lady Wrougthon, para consolarse después de la pérdida de su prometido. Seduce a un joven oficial, Mosely, que comienza una relación amistosa con ella y le confiesa su amor.

Forester, sin embargo, informado de la llegada de Eva, finge ser secuestrado, deja en secreto a su esposa y viene disfrazado a Calcuta. El amor y los celos van de la mano; Dilafrose sospecha que su esposo la está engañando y busca consolarse en casa de su padre.

Lady Wrougthon organiza un baile de máscaras. Forester, Eva, Dilafrose, Mosely y Babu, todas las personas cuyas vidas están en conflicto por el destino, se encuentran juntas, parcialmente enmascaradas y no se reconocen mutuamente. Forester aparece como un adivino y después de practicar su arte con algunos y profetizar, entre otras cosas, la muerte de Babu, se dirige a Eva en un lugar aislado, advirtiéndole contra la larga estancia en Calcuta. Descubre que Mosely la ama, anuncia su identidad y desaparece, perseguido por los sirvientes de Lady Wrougthon.

Acto II

En un lugar aislado en el jardín de Lady Wrougthon, cansado y exhausto, Forester se sienta en un sofá y se queda dormido. Una música suave acompaña sus sueños de declaración a Eva. Dilafrose todavía lo está buscando y quiere explorar su alma con la ayuda de la magia persa. Por una tierna canción de hechicería, Forester aparece en el sueño. Su corazón fiel se revela en él. Dilafrose, abrumada por el sentimiento de felicidad, lo despierta con un beso; él cae en sus brazos.

El Babu también continúa su plan y Dilafrose es secuestrada. Van a su departamento, en el templo de Shiva, rodeados de faquires, que cantan, se emborrachan con vino y perfumes. Es en este momento las dos intrigas se cruzan: Forester se le aparece a Babu, quien, borracho, admite que ha cambiado el documento de Ali por uno falso y tiene el verdadero. Forester va a la corte mientras el Babu continúa su fiesta.

Acto III

Forester se reconcilia con Eva, quien se convierte en la esposa de Mosely. La noticia del secuestro de Dilafrose interrumpe la escena de la reconciliación y, cuando la sospecha se cierne sobre el Babu, Forester se va rápidamente al templo de Shiva. El Babu amenaza a Dilafrose; pero ella lo encanta con un gracioso baile, por lo que pronto se emborracha y queda aturdido. Mientras tanto, llega Forester, la mujer liberada cae en los brazos de su padre y su amante. El Babu ahora es expuesto y castigado.




miércoles, 27 de mayo de 2020

Los brandenburgueses en Bohemia (Braniboři v Čechách, 1866). Bedrich Smetana


Los brandenburgueses en Bohemia (Braniboři v Čechách) es una ópera en tres actos, la primera de Bedřich Smetana. El libreto checo fue escrito por Karel Sabina y se basa en eventos de la historia checa. La obra fue compuesta entre los años 1862-1863. Smetana y Sabina escribieron la ópera en un momento de gran patriotismo checo, con la apertura pendiente de un nuevo teatro para la producción de óperas checas en Praga.

La ópera tuvo su estreno en el Teatro Provisional (o "Teatro Interino") de Praga, el 5 de enero de 1866, y la primera interpretación fue un éxito.

Tras la muerte del rey Ottokar II en la batalla de 1278 en Marchfeld, su viuda Kunigunda había llamado a las tropas de Brandenburgo para que prestaran ayuda contra el ejército del victorioso Rudolph de Habsburgo. Aunque Rudolph se retiró a Austria, los brandenburgueses pronto actuaron como ocupantes: arrestaron a Kunigunda y a su hijo Wenceslao de siete años en el castillo de Bezděz y acordaron con Rudolph que retendrían el gobierno bohemio durante los próximos cinco años.

El pueblo de Praga dirigido por el alcalde Volfram Olbramovič sufre por la ocupación de Brandenburgo. El ciudadano Junoš informa sobre el saqueo llevado a cabo por las tropas de Brandenburgo. Ludiše, la hija del alcalde, rechaza los acercamientos hechos por el ciudadano alemán Jan Tausendmark, quien luego se une a los ocupantes. El siervo Jíra es designado líder de un movimiento rebelde. Acusa abiertamente a Tausendmark del secuestro de las tres hijas del alcalde, Ludiše, Vlčenka y Děčana. Para evitar enfrentamientos de armas, Olbramovič tiene que arrestar a Jíra. Las hijas del alcalde son retenidas por las tropas de Brandenburgo y Olbramovič le pide a Tausendmark que organice su liberación. Sin embargo, el capitán de Brandenburgo, Varnemann, exige un alto rescate. Mientras tanto, Jíra es juzgado y condenado a muerte. Sin embargo, es Junoš, enamorado de Ludiše, quien logra salvar a Jíra. Tausendmark, que tiene la intención de secuestrar a Ludiše, no logra llegar a un acuerdo con Varnemann. Él y los brandenburgueses son expulsados ​​de Praga, y la ciudad es liberada.



martes, 26 de mayo de 2020

La buona figliuola (1760). Niccolò Piccinni


La buona figliuola, o La Cecchina es una ópera bufa en tres actos de Niccolò Piccinni. El libreto, de Carlo Goldoni, está basado en la novela Pamela o la virtud recompensada de Samuel Richardson. Esta fue la ópera italiana más exitosa de Piccinni. Se estrenó en el Teatro delle Dame, Roma, el 6 de febrero de 1760 con un reparto exclusivamente masculino.

El marqués de Conchiglia se ha enamorado de Cecchina, que es una criada. Sorprendido por la impropiedad social de tal pareja, el caballero Armidoro, el prometido de la hermana del marqués, se niega a casarse con Lucinda. Angustiada por perder al hombre que ama, Lucinda le ruega al marqués que deje de ver a Cecchina. Mientras tanto, Cecchina tiene varios problemas propios, incluido Mengotto, un hombre pobre que está enamorado de ella y no la dejará sola, y Sandrina y Paoluccia, dos doncellas celosas que intentan causar tantos problemas a Cecchina como pueden. Después de muchos giros en la trama, la ópera termina bien cuando Tagliaferro, un soldado alemán, revela que Cecchina es, de hecho, la hija de un barón alemán, lo que le permite a Cecchina casarse con el marqués sin molestar a Armidoro.


miércoles, 20 de mayo de 2020

Il duello (1774). Giovanni Paisiello


El duelo es una comedia musical de Giovanni Paisiello basada en un libreto de Giovanni Battista Lorenzi.

Se estrenó en el Teatro Nuovo de Nápoles durante la primavera de 1774.

La ópera, como Le due contesse, otra comedia que Paisiello realizó dos años después en Roma, es una caricatura del duelo en la sociedad francesa de la época. Inicialmente escrito en napolitano, Lorenzi lo tradujo al italiano precisamente para la primera puesta en escena. El trabajo fue revisado por el propio compositor en 1782, en el momento de su servicio en la corte de Catalina la Grande de Rusia, y nuevamente fue representado como El duelo cómico.

La acción se desarrolla en Nápoles. Bettina y su pretendiente Don Policronio viven siguiendo la moda francesa y la costumbre de la época. Leandro también está enamorado de Bettina, pero ella prefiere el cortejo francés de Policronio y luego le envía a su hermano Don Simone para establecer el contrato de matrimonio. A pesar de esto, Leandro no se rinde: inicialmente trata de obtener la ayuda de Topo, un sirviente de Don Policronio con corrupción, pero dado su rechazo, continúa con amenazas de muerte. Entonces Topo se ve obligado a traicionar a su amo y aliarse con Leandro, a quien le propone fingir un duelo con pistolas cargadas de pólvora inofensiva. El plan tiene éxito. Durante el duelo Leandro simula ser asesinado y Don Policronio, para evitar ser perseguido por la justicia, se ve obligado a esconderse y luego huye.

Así que ahora Bettina es libre, pero inesperadamente la posadera Fortunata recibe una visita, la melancólica Clarice, que está buscando a Leandro, que le había prometido algún tiempo antes casarse con ella, pero él se había escapado sin dejar rastro. Como Policronio dejó la escena, Leandro le pide la mano a Bettina, quien, al ver su ilusión amorosa por ella, decide aceptarla y luego le pide a su hermano que cambie el contrato a favor de su nuevo pretendiente. Mientras tanto, Policronio regresa y confiesa primero a Clarice y luego a Don Simone que mató a Leandro en un duelo, pero este último sorprendido responde que no es cierto porque está vivo y bien. El astuto sirviente Topo, que le confiesa a su amo todo el plan diseñado con Leandro, se encarga de desenredar definitivamente el nudo. La comedia termina con el doble encuentro entre Bettina y Don Policronio y entre Clarice y Leandro.


martes, 19 de mayo de 2020

Catón en Útica (Catone in Utica, 1761). Johann Christian Bach




En 1761 el compositor alemán Johann Christian Bach (Leipzig, 1735 – Londres, 1782) compuso sobre el texto revisado de Pietro Metastasio una ópera homónima, cantada en italiano y dividida en tres actos, que con motivo de la onomástica del rey Carlos III de España se estrenó en el Teatro San Carlos de Nápoles el 4 de noviembre.

La trama se desarrolla en el año 46 a. C. en la ciudad de Útica, próxima a Cartago, en el actual territorio de Túnez.

Después de la muerte de Pompeyo el Grande, su oponente Julio César se erigió en dictador perpetuo, siendo ensalzado no sólo por Roma y su Senado, sino por todo el orbe, a excepción de Catón el Joven, senador romano conocido como “el Uticense” por el lugar donde murió.

Hombre ya venerado como padre de la patria, no menos que por la austera integridad de sus costumbres; por su valor; como gran amigo de Pompeyo y acérrimo defensor de la libertad romana.

Catón, habiendo reunido en Útica los escasos restos de las dispersas milicias pompeyanas, con la ayuda de Juba I, rey de Numidia y amigo fiel de la República romana, tuvo el coraje de oponerse al triunfo del vencedor.

César se presentó con un gran ejército, y, aunque por la enorme desigualdad de fuerzas estaba seguro de vencerlo, en vez de mostrarle la amenaza de su poder, admirado del valor de su rival, no evitó oferta o ruego para conseguir ponerlo de su lado; pero éste, rehusando ásperamente cualquier trato, cuando vio ya sin esperanzas la defensa de la República, decidió morir como hombre libre recurriendo al suicidio.

Ante su muerte, César dio muestras de sentir un profundo dolor, dejando a la posteridad la duda de si era más digna de admiración la generosidad mostrada por su parte, la que le llevaba a honrar en tan gran medida el valor de sus enemigos, o la perseverancia del otro, de aquel que no estuvo dispuesto a vivir más allá de la pérdida de la libertad de la patria.