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lunes, 6 de julio de 2015

Bastien und Bastienne, KV. 50. Wolfgang Amadeus Mozart


Bastien und Bastienne (Bastián y Bastiana) es un singspiel en un acto, compuesto por Wolfgang Amadeus Mozart (1768) basado en texto de F.W. Weiskern y A. Schachtner. Lleva por número KV 50. En el último catálogo Köchel: K6 46b.
Bastián y Bastiana fue una de las primeras óperas de Mozart, escrita en 1768 cuando sólo tenía doce años de edad. Se supone que esta obra fue un encargo de Franz Anton Mesmer, creador de la teoría del "magnetismo animal" (hipnotismo), que más tarde sería parodiado en Così fan tutte) como una sátira del género "pastoral" entonces prevalente, y específicamente como una parodia de la ópera Le devin du village de Jean-Jacques Rousseau. El libreto en alemán es de Friedrich Wilhelm Weiskern, Johann Heinrich Müller y Johann Andreas Schachtner, basándose en "Les Amours de Bastien et Bastienne" de Justine Favart y Harny de Guerville. Después de su supuesto estreno en el teatro del jardín de Mesmer (que sólo está corroborado por un relato sin verificar de Nissen), no fue repuesta hasta 1890. No está comprobado que se estrenase en octubre de 1768 en Viena, ni en otro momento en vida de Mozart. La primera representación documentada es la de 2 de octubre de 1890 en el Architektenhaus de Berlín.
La obertura de Mozart usa la misma apertura que la Sinfonía n.º 3 de Beethoven, la Heroica. Se duda de que Beethoven conociera esta pieza inédita. Una explicación probable es que ambos compositores tomaran el tema de la misma fuente, hoy por hoy desconocida.
Aunque él era muy joven, Mozart ya tenía excelentes habilidades a la hora de componer para la voz humana, y un toque para la parodia y lo banal que alcanzaría su pleno florecimiento en sus obras posteriores. Bastián y Bastiana es posiblemente la más fácil de interpretar de las obras juveniles de Mozart.

La historia tiene lugar en una villa de pastores, en un tiempo no determinado. La pastora Bastiana teme haber perdido el amor de su "más querido amigo", Bastián, y decide ir a los pastos para que su rebaño de corderos la reconforten.
Antes de irse, sin embargo, recurre a un brujo, Colas, para volver a enamorarlo gracias a sus poderes mágicos. Colas, siendo un adivino, conoce todo sobre el problema, y la reconforta con el conocimiento de que Bastián no la ha abandonado, más bien él simplemente ha sido distraído últimamente por cierta "noble dama que vive en el castillo". Aconseja a Bastiana que actúe con frialdad hacia Bastián, que finja amar a otro, y así él volverá corriendo.
Se oye a Bastián acercándose, de manera que Bastiana se esconde. Entra Bastián, proclamando cuánto ama a Bastiana. Colas le informa de que Bastiana tiene un nuevo amante. Bastián queda asombrado y pide la ayuda del mago. Colas abre su libro de hechizos y recita un aria sin sentido llena de sílabas aleatorias y citas en latín (Diggi, Daggi). Colas declara que el hechizo es un éxito y que Bastiana ama a Bastián de nuevo. Bastiana, sin embargo, decide mantener el juego un poco más y desdeña a Bastián con gran vehemencia. Ante el comportamiento despegado de Bastiana, Bastián amenaza suicidarse, ante lo cual Bastiana simplemente se encoge de hombros.

Mozart tenía doce años cuando la compuso. No obstante, mostraba ya habilidad para la escritura vocal y destreza para la parodia. La pieza es de gran simplicidad, marcada por una unidad melódica que se establece de manera natural. Es posible identificar a cada personaje, a través de los recursos musicales.
Su estilo sencillo e ingenuo se refuerza a menudo al interpretarse por niños cantores en lugar de los pretendidos soprano, tenor y bajos originalmente indicados, o bien, en formato para niños, con marionetas.
“El cálido tono pastoril, que crea la atmósfera idónea para la acción, se mantiene eficazmente hasta el final. La forma de todos los fragmentos vocales –tanto solistas como concertantes- es la del lied” (Paumgartner, citado por Poggi, A.)
Finalmente, los dos deciden que han llegado demasiado lejos y se muestran conformes en reconciliarse. Al final, los amantes se abrazan y acaba la ópera con los preparativos de la boda, con un pequeño y agradable trío final (Kinder! Kinder!) en el que Colas se une a ellos.

Escuchamos la versión de Vinson Cole, Edita Gruberova y Laszlo Polgar con la Orquesta de Cámara Franz Liszt dirigida por Raymond Leppard en una grabación de 1990.


martes, 9 de junio de 2015

Misa de la Coronación, KV. 317. Wolfgang Amadeus Mozart


Misa de la Coronación para órgano, coro, solistas y orquesta en do mayor (KV 317) es una obra de Wolfgang Amadeus Mozart. Se trata de la decimosexta misa escrita por Mozart.
Mozart escribió esta misa para las celebraciones de Pascua de 1779, y al igual que toda la música compuesta en este periodo muestra la nueva madurez del compositor. Parece ser que el sobrenombre de esta misa se debe a que se interpretó en Viena durante las celebraciones de la coronación del emperador Leopoldo II en 1791 o la del emperador Francisco II en 1792.
Fechada, pues, en marzo de 1779, se trata de una obra evolucionada y brillante, de orquestación eminentemente sinfónica y llena de mórbidas y bellas melodías. Especial referencia merece el Agnus Dei, que reaparecerá años más tarde en el aria "Dove sono", cantada por la Condesa de Almaviva en Las Bodas de Fígaro (1785-86), hecho que ha dado pábulo a considerar las obras religiosas de Mozart como eminentemente operísticas. El deseo de unidad y cohesión interna aparece explícito en el hecho de que Mozart emplee el mismo tema del Kyrie inicial para las palabras finales del texto litúrgico "Dona nobis pacem".

La misa está en la tonalidad de do mayor y escrita para solistas (soprano, alto, tenor y bajo), coro, órgano y orquesta: 2 oboes, 2 trompas, 2 trompetas, 3 trombones, timbales, violines I-II y bajos (violonchelos, contrabajos y fagotes).
 
  • El Kyrie empieza sin preámbulo orquestal, con el Andante maestoso. Mozart obedece, pues, al precepto de la economía y construye un digno pórtico a través de la triple llamada. Tras los solemnes interludios de ritmo punteado, los solistas, desviándose hacia la tonalidad menor, entonan el Christe eleison.
  • De modo análogo se inicia el Gloria. Mozart reparte el texto entre las partes solistas desde Domine Deus. Más adelante recurre a una especie de estilo de motete (Miserere, Suscipe) con breves imitaciones previas. Tu solus Altissimus impone a la soprano las notas más agudas; Jesu Christe las más graves. Esto, como también el fugato que empieza con los solos pertenece al vocabulario tradicional de la exégesis.
  • El Credo se interpretaba después de la prédica, con un preludio orquestal de sólo cuatro compases y la declamación homófona de las sílabas. Vigorosos acentos forte-piano subrayan las palabras Dominum Jesum Christum, líneas descendentes describen el Descendit de caelis y Et incarnatus est. Sigue el Crucifixus con contaminaciones armónicas, y un vacilante Et sepultus est. Et resurrexit refleja la Resurrección y Et unam sanctam ecclesiam se aferra al do mayor, que es la tónica de la Misa.
  • El Sanctus es conciso; la mención del Cielo (in excelsis) induce a Mozart a componer extensas modulaciones cantadas sin texto.
  • El Benedictus, que forma parte en realidad del Hosanna, fue separado de éste y musicalizado tras su conversión, mientras se continuaba rezando el misal en silencio. El compositor tuvo aquí más tiempo disponible. Mozart empieza por escribir el preludio para cuerdas, de ocho compases, y una parte expresiva para solistas. También se toma su tiempo con el Agnus Dei, inventando un aria para soprano, muy intimista, que guarda similitud con Dove sono i bei momenti de "Las Bodas de Fígaro". A partir de allí empieza el Dona nobis pacem con un préstamo del Kyrie.

Vemos la versión de Herbert von Karajan al frente de la Orquesta Filarmónica de Viena y el coro Wienersingverein con Kathleen Battle, Trudeliese Schmidt, Gösta Winbergh y Ferruccio Furlanetto. La grabación se efectuó en la basílica de San Pedro en Roma el 29 de junio de 1985 durante la misa oficiada por San Juan Pablo II con motivo de la fiesta de San Pedro y San Pablo.

Podéis ver la misa completa,


o una versión abreviada.


lunes, 27 de enero de 2014

Ave verum corpus, K. 618. Wolfgang Amadeus Mozart



Ave verum corpus es un pequeño motete musical compuesto por Wolfgang Amadeus Mozart sobre el breve himno eucarístico homónimo que data del siglo XIV y se atribuye al papa Inocencio VI. Tiene el número KV 618 según la numeración del Catálogo Köchel de la obra de Mozart.
En abril de 1791, Leopold Hofmann, quien fue maestro de capilla en la Catedral de San Esteban de Viena, cayó gravemente enfermo. Mozart, que nunca había sido un ávido compositor de música sacra, vio una oportunidad de mejorar sus ingresos. Con este fin, dirigió de nuevo su atención a este tipo de música, que culminó finalmente con su Réquiem. (En este caso, Hofmann sobrevivió a Mozart, y murió en 1793.)
El motete Ave verum corpus fue compuesto para la festividad del Corpus Cristi y terminó su composición en Salzburgo el 18 de junio de 1791 (el año de su muerte). Fue dedicado a Anton Stoll, director del coro de la parroquia de Baden, una estación termal donde Constanze, la esposa de Mozart, pasaba largas temporadas reponiéndose de su penoso estado de salud.
Esta obra está compuesta para coro, cuerdas y órgano. En el manuscrito de Mozart sólo existe una pequeña nota a la dirección indicando sotto voce al comienzo.
Este motete es muy simple, quizá por la prohibición de componer música que no fuese para la Corte Imperial o quizá pensando en las limitaciones del coro de Stoll. De cualquier modo su valor radica en su simplicidad y belleza.
La obra se reduce a cuarenta y seis compases de escritura orquestal para la introducción, desarrollo y fin, estando interna toda la parte coral. Esto también responde a la corriente de estilo que imperó en Viena por la época que promulgaba la simplicidad en formas de las obras religiosas.
Por otro lado, esta obra fue compuesta mientras Mozart terminaba de componer su ópera La flauta mágica y mientras Constanze esperaba su sexto hijo y reposaba en el balneario de Baden. Sólo faltaban unos escasos seis meses para la muerte de Mozart.
Como curiosidad cabe comentar que existe una modulación inusual desde la tonalidad pasajera de La mayor a Fa mayor mientras se canta el texto "cuius latus perforatum unda fluxit et sanguine" ("de cuyo lado perforado, fluyó agua y sangre"); esta modulación es muy simple: pasando de La al acorde de Do con séptima mediante cromatismo en las voces de sopranos y tenores. Do es el tercer grado (mediante) de La y a su vez quinto (dominante) del sexto grado, Fa, es decir, el mencionado acorde es dominante secundaria de Fa, tonalidad en la que dicha séptima de dominante termina por resolver, aunque la breve duración en la región de Fa podría considerarse más bien un pasaje modulante que una modulación en toda regla.
Esta sencillez modulatoria fue descrita por Artur Schnabel, quien dijo de la misma "demasiado simple para los niños pero demasiado difícil para los adultos". También hay otra curiosidad, resulta que esta oración litúrgica contiene un texto final que, aunque es más moderno que el resto de la oración, dice: "O Jesu dulcis, o Jesu pie, o Jesu, Fili Mariae" que Mozart no musicalizó por causas desconocidas.

El texto completo es:
Salve, Verdadero Cuerpo nacido
de la Virgen María,
verdaderamente atormentado, sacrificado
en la cruz por la humanidad,
de cuyo costado perforado
fluyó agua y sangre;
Sé para nosotros un anticipo
en el trance de la muerte.
¡Oh, Jesús dulce, oh, Jesús piadoso, oh, Jesús, hijo de María!
Vamos a escuchar la versión del Coro y la Orquesta de la Radiodifusión Bávara dirigidos por Leonard Bernstein en un concierto celebrado en abril de 1990 en la abadía de Waldsassen.



miércoles, 16 de octubre de 2013

Sinfonía nº 39 en mi bemol mayor, K. 543. Wolfgang Amadeus Mozart


La Sinfonía n.º 39 en mi bemol mayor, K. 543, es una de las últimas sinfonías de Wolfgang Amadeus Mozart. Mozart finalizó su composición el 26 de junio de 1788 en un verano en el que compondría también sus dos últimas sinfonías: la n.º 40 (25 de julio), y la n.º 41 (10 de agosto).
Como ya se ha comentado, la Sinfonía n.º 39 es la primera de un conjunto formado por las tres últimas sinfonías de Mozart, que compuso muy rápidamente a lo largo del verano de 1788. En la misma época, Mozart estaba escribiendo sus tríos para piano en las tonalidades de mi y do, su sonata fácil y una sonatina para violines. El biógrafo de Mozart, Alfred Einstein, ha sugerido que Mozart tuvo como modelo la Sinfonía n.º 26 de Michael Haydn, escrita en la misma tonalidad.
Como también pasa con la Sinfonía n.º 40 y la n.º 41, no existe ninguna prueba documental sólida que confirme que la Sinfonía n.º 39 se estrenó en vida de Mozart. Aun así, como señala Zaslaw (1983), las evidencias circunstanciales parecen indicar que podría ser que sí. En 1791, en Viena, hubo un concierto con música de Mozart, y la orquesta incluía a los hermanos clarinetistas Johann y Anton Stadler y, como Zaslaw señala, esta distribución limita las posibilidades sólo a la Sinfonía n.º 39 y a la n.º 40.

Sus movimientos son:
I. Adagio - Allegro.
El primer movimiento empieza con una introducción majestuosa (Adagio) con unas fanfarrias a cargo de la sección del metal. A continuación viene un Allegro en forma sonata, con algunos contrastes muy marcados de intensidad, muy en el estilo galante que forma parte de sus primeras sinfonías. La independencia de la sección de viento, la gran interacción de las partes en general, y el hecho de que el segundo tema en aquellas sinfonías tempranas era, parafraseando a Alfred Einstein, "siempre completamente trivial" -que no es el caso de la n.º 39-, se combina con el segundo grupo que contiene unos cuantos temas, incluyendo un "tema que camina", especialmente adecuado. Estos son sólo algunos de los puntos que distinguen este movimiento de aquellas obras de juventud, con las que tiene más diferencias que similitudes.
II. Andante con moto.
El movimiento lento, en la forma sonata abreviada, es decir, sin la sección del desarrollo, empieza silenciosamente en la sección de cuerda y se expande al resto de la orquesta. Caracteriza a este movimiento el material principal y las transiciones bastante agitadas y enérgicas. La comparación con la quinta sinfonía de Franz Schubert sugiere que podría haber tenido esta sinfonía de Mozart como referente.
III. Menuetto: Trío.
El minueto y el trío son muy interesantes. El trío es una danza folclórica austríaca denominada "landler" y presenta un solo de clarinete. El Menuetto es enérgico es incitado por el carácter del trío con el segundo clarinete que toca arpegios en su registro grave, el de chalumeau.
IV. Allegro.
El movimiento final también sigue la forma sonata; el tema principal del cual, como en el último Quinteto de cuerda en re, es básicamente una escala, ascendiendo y descendiendo. La sección del desarrollo es dramática; no hay ninguna coda, pero tanto la exposición, como el desarrollo en la parte final de la recapitulación, son repetitivos.

Escuchamos la versión de la Orquesta de Cámara de Europa dirigida por Nikolaus Harnoncourt en 1992.

jueves, 8 de agosto de 2013

Sinfonía nº 38 en re mayor "Praga", K. 504. Wolfgang Amadeus Mozart


La Sinfonía n.º 38 en re mayor K. 504 de Wolfgang Amadeus Mozart es conocida como de Praga porque durante mucho tiempo se pensó que Mozart la había compuesto para su primera estancia en Praga, en enero de 1787. Según otra hipótesis, la composición habría sido independiente de este hecho, ya que la sinfonía data del 6 de diciembre de 1786,  mientras que la invitación para Praga con el fin de dirigir una representación de Las bodas de Fígaro fue posterior. En cualquier caso, la primera ejecución pública tuvo lugar en Praga el 19 de enero de 1787 en el Teatro de la Ópera de Praga, en una sala abarrotada y con la calurosa acogida que Mozart esperaba de los praguenses.
La Praga es una sinfonía grandiosa, espumeante, de ritmo persistente, cuya composición instrumental está repleta de sorprendentes modulaciones. Con esta sinfonía Mozart pone fin a la época de grandes trabajos de inspiración haydniana, y sienta las bases de sus últimas composiciones, determinando el modelo al que se referiría más tarde Beethoven, al comienzo de su desarrollo sinfónico.
Una característica de la sinfonía es la ausencia de minueto, que muchos atribuyeron al hecho de que en Praga, al contrario que en Viena, todavía se prefería la antigua forma en tres movimientos y, por lo tanto, el hecho no puede interpretarse como elección estética ni como un retorno a viejos modelos. En esta sinfonía no encontramos nada deslumbrante, y la ausencia del minueto, la densidad expresiva y la complejidad formal son las marcas de una obra en la que prevalece el aspecto íntimo y reflexivo.
El primer movimiento adagio-allegro nos transporta repentinamente a los vértices del arte mozartiano: tanto Niemetschek, en su biografía de Mozart de 1798, como el musicólogo contemporáneo H. C. Robbins Landon, en 1989, coinciden en utilizar el término "sublime" en referencia a esta sinfonía, una de las tres únicas del autor (junto con la n.º 36 y la n.º 39) que contiene una introducción lenta.
El segundo movimiento, andante, tiene un carácter más cantable, aunque también fue compuesto a base de pocas células básicas, en cierta medida afines a las ya utilizadas en el allegro que cerraba el primer movimiento. La tensión se mantiene alta alternando elementos serenos y oscuros.
En el final Mozart retoma de forma melódica el elemento sincopado presente en el allegro inicial; no obstante, no se crean contrastes insuperables y el movimiento termina con toda la orquesta exultante.

Escuchamos la versión de la Orquesta Filarmónica de Viena dirigida por Karl Böhm en 1979.



viernes, 27 de julio de 2012

Serenata nº 10 en si bemol mayor "Gran Partita", KV 361. Mozart


La Serenata  KV 361 en si bemol mayor, llamada Gran Partita, es una obra compuesta por Mozart para doce instrumentos de viento y contrabajo en siete movimientos. Escrita en principio para ser interpretada al aire libre, esta "música nocturna" sobrepasa el simple espíritu del divertimento para alcanzar el de la sinfonía.
Gracias a su inspiración y al equilibrio de su escritura musical, la diversidad de sus formas y géneros, sus dimensiones y su efectivo imponentes (cada movimiento está destinada a un solista), esta serenata está considerada por muchos como una obra maestra del repertorio de música de cámara para viento.

Su gestación es controvertida: el manuscrito autógrafo lleva fecha de 1780, pero la inscripción no es de Mozart. El título de Gran Partita tampoco viene del compositor. Fue añadida posteriormente con una escritura y una tinta diferentes a las de la partitura. Parece que, de hecho, su composición fue contemporánea a las de la ópera El rapto en el serrallo que data de 1781. Podría haber sido estrenada el 23 de marzo de 1784 bajo la dirección de Anton Stadler en el Burgtheater en Viena.

Es posible que la Serenata sea el resultado de la combinación de dos obras anteriores. Su destino es igualmente misterioso: ¿sería un regalo para su esposa con la que se casó en 1782? ¿Para un concierto al aire libre? ¿Para el Gran Elector de Baviera y su corte de Munich? ¿Para la francmasonería, aficionada a los instrumentos de viento?

Escuchamos el tercer movimiento, el Adagio, en la  versión de Sir Neville Marriner dirigiendo a la Academy of Saint Martin in the Fields en 1987.



jueves, 5 de julio de 2012

Concierto para violín y orquesta nº 5 en la mayor "Turco". Mozart

 Itzhak Perlman

El Concierto para violín n.º 5, Concierto turco, en la mayor, K. 219, fue compuesto por Wolfgang Amadeus Mozart en 1775 y fue estrenado durante la temporada de fiestas de ese año en Salzburgo. De ello se desprende la típica estructura rápido-lento-rápido.
Mozart compuso la mayoría de sus conciertos para instrumentos de cuerda desde 1773 hasta 1779, pero hasta el momento no sabemos con precisión, para quién, ni para qué ocasión fueron escritas. Del mismo modo, la fecha de composición de estas obras no está clara. Los análisis de la escritura y de las filigranas del papel de la partitura manuscrita han demostrado que las fechas de los cinco conciertos para violín no son las reales. Al parecer, Mozart cambió el año de la composición del quinto concierto (que originalmente era "1775") y lo sustituyó por "1780", para más tarde volver a cambiarlo a "1775".

Escuchamos el primer movimiento, Aperto Allegro-Adagio-Allegro Aperto, en la versión de Itzhak Perlman, violín, y la Orquesta Filarmónica de Viena dirigida por James Levine.