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miércoles, 1 de febrero de 2017

Fidelio, opus 72. Ludwig van Beethoven


Fidelio o el amor conyugal (título original en alemán, Fidelio oder die eheliche Liebe, Op. 72) es una ópera en dos actos con música de Ludwig van Beethoven. El libreto en alemán es obra de Joseph F. Sonnleithner, a partir del texto original en francés de Jean-Nicolas Bouilly que se había usado para la ópera de 1798 Léonore, ou l’amour conjugal de Pierre Gaveaux, y para la ópera de 1804 Leonora de Ferdinando Paer (Beethoven tenía una partitura de ésta). Es la única ópera que compuso Beethoven.

Como en otras muchas obras de la carrera de Beethoven, Fidelio pasó por varias versiones antes de lograr un éxito pleno. La ópera se representó por vez primera en una versión en tres actos en el Theater an der Wien de Viena el 20 de noviembre de 1805, con interpretaciones adicionales las siguientes dos noches. Mientras que esta primera versión a veces es llamada Leonore para diferenciarla de la versión final en dos actos, esto es incorrecto porque se estrenó como Fidelio.
El éxito de estas representaciones se vio muy dificultado por el hecho de que Viena estaba bajo ocupación militar francesa, y la mayor parte de la audiencia eran oficiales militares franceses. Después de este estreno, Beethoven se vio presionado por amigos para revisar y acortar la ópera para dos actos, y lo hizo con la ayuda de Stephan von Breuning. El compositor también escribió una nueva obertura (ahora conocida como "Leonore n.º 3"; véase más abajo). En esta forma la ópera fue representada por vez primera el 29 de marzo y el 10 de abril de 1806, con gran éxito. Ulteriores representaciones se vieron impedidas por una disputa entre Beethoven y la gerencia del teatro.

En 1814 Beethoven revisó la ópera otra vez más, con trabajo adicional en el libreto por Georg Friedrich Treitschke. Esta versión fue representada por vez primera en el Kärntnertortheater el 23 de mayo de 1814, con el título de Fidelio. Franz Schubert, con 17 años, se encontraba entre el público, pues había vendido sus libros escolares para obtener una entrada. Beethoven, que se estaba quedando sordo, dirigió a la orquesta, "ayudado" por Michael Umlauf, quien más tarde desempeñó la misma tarea para Beethoven en el estreno de la Novena Sinfonía. El papel de Pizarro fue asumido por Johann Michael Vogl, quien más tarde pasó a ser conocido por sus colaboraciones con Schubert. Esta versión de la ópera fue, finalmente, un gran éxito para Beethoven, y Fidelio ha tenido un papel importante en el repertorio operístico desde entonces.

Dos años antes de la escena inicial, el noble Florestán ha intentado poner de manifiesto ciertos crímenes del noble Pizarro. En venganza, Pizarro ha aprisionado a Florestán en secreto en la prisión de la que es alcaide. El guardián de la prisión, Rocco, tiene una hija Marzelline y un ayudante, Jaquino.
La esposa de Florestán, Leonora, acude a la puerta de Rocco en busca de empleo, vestida como un muchacho y haciéndose llamar Fidelio. Rocco la contrata. Obedeciendo órdenes, Rocco ha estado dándole raciones de comida cada vez más pequeñas a Florestán de manera que lo va debilitando día a día. Marzelline se enamora de Fidelio, rompiendo así el compromiso matrimonial que antes había realizado a Jaquino.

Acto I

Jaquino y Marcelina están a solas. Jaquino le pregunta a Marcelina cuándo accederá a casarse con él, pero ella le dice que nunca se casará con él, canta contenta porque está enamorada de Fidelio, que es Leonora disfrazada (Jetzt, Schätzchen, jetzt sind wir allein - "Ahora, querida, estamos solos"). Esta circunstancia remueve los celos de Jaquino, y se marcha. Marcelina expresa su deseo de convertirse en esposa de Fidelio (O wär ich schon mit dir vereint - "Si sólo yo estuviera ya unida a ti"). Rocco y Jaquino entran, buscando a Fidelio.
Entra Fidelio con unas cadenas compradas a buen precio, lo que confirma a Rocco que quiere a Fidelio como yerno, y malinterpreta su modesta contestación como muestra de su atracción oculta por su hija. Marcelina, Fidelio, Rocco y Jaquino cantan un cuarteto sobre el amor que Marcelina tiene por Fidelio (Mir ist so wunderbar - "Un maravilloso sentimiento me llena"), también conocido como el cuarteto del canon).
Rocco le dice a Fidelio que tan pronto como el alcaide se vaya a Sevilla, él y Marcelina podrán casarse. Les dice, sin embargo, que a menos que tengan dinero, no serán felices (Hat man nicht auch Gold beineben - "Si no tenéis el dinero de vuestra parte"). Fidelio le dice que quiere algo más, al menos tanto como el dinero: saber por qué Rocco no le permite ayudarlo en las mazmorras cuando siempre regresa agotado y sin aliento. Fidelio se entera de que hay calabozos profundos en donde a un prisionero cada día se le da menos alimentos. Fidelio quiere hacer todo lo posible por entrar en esos calabozos.
Marcelina ruega a su padre que mantenga a Fidelio lejos de tan terrible lugar. En lugar de ello Rocco y Fidelio cantan sobre la valentía (Gut, Söhnchen, gut - "De acuerdo, hijo, de acuerdo"), y pronto Marcelina se une a sus aclamaciones.
Se marchan todos salvo Rocco. Entra don Pizarro, al sonido de una marcha. Rocco le da a Pizarro un mensaje con una advertencia de que su prisión recibirá una visita sorpresa a modo de inspección ya que acusan a Pizarro de tirano. Pizarro exclama que no puede dejar que el ministro descubra al prisionero don Florestán, quien se cree que ha muerto. Decide matar de una vez por todas al prisionero Florestán (Ha, welch ein Augenblick! - "¡Ah! ¡Qué momento!"). Pizarro ordena que suene una trompeta cuando llegue el ministro. Ofrece dinero a Rocco para que mate a Florestán, pero se niega a hacerlo, con lo que Pizarro intentará hacerlo él mismo (Jetzt, Alter, jetzt hat es Eile! - "Ahora, viejo, ¡debemos apresurarnos!"). Pizarro ordena a Rocco que cave la tumba en los sótanos de la cárcel. Cuando la tumba esté preparada, Rocco deberá dar aviso para que Pizarro vaya disfrazado a las mazmorras, y mate a Florestán él mismo. Fidelio ha visto a Pizarro tramando algo, pero no ha oído lo que ha dicho. Queda agitado, pero sus pensamientos sobre Florestán (su esposo) la calman (Abscheulicher! Wo eilst du hin? ... Komm, Hoffnung, lass den letzten Stern - "¡Basura! ¿Dónde vas? ... Ven, esperanza, permite que la última estrella").
Jaquino le pide a Marcelina que se case con él, pero ella lo rechaza. Leonora (Fidelio), esperando encontrar a Florestán, le pide a Rocco que deje salir a los pobres prisioneros al jardín y disfrutar del buen tiempo. Marcelina se une al ruego, y Rocco está de acuerdo, en distraer a Pizarro mientras los prisioneros salen al patio. Los prisioneros, emocionados ante su libertad, cantan gozosamente (O welche Lust - "Oh, qué alegría"), uno de los pasajes corales más representativos de la época; luego, recordando que podían ser atrapados, pronto quedan quietos.
Rocco vuelve a entrar y le dice a Fidelio que ha tenido éxito con Pizarro: éste permitirá el matrimonio, y Fidelio podrá unirse a Rocco en sus rondas por las mazmorras (Nun sprecht, wie ging's? - "Habla, ¿cómo fue?"). Se preparan para ir a la celda de un prisionero que, dice Rocco, debe morir y ser enterrado en una hora. Leonora (Fidelio) queda tan afectada que Rocco intenta persuadirla de que quede atrás, pero ella insiste en ir. Conforme se preparan para salir, Jaquino y Marcelina entran apresuradamente y le dicen a Rocco que eche a correr: Pizarro ha sabido que los prisioneros están libres y está furioso (Ach, Vater, Vater, eilt! - "¡Oh, padre, padre, date prisa!").
Antes de que puedan moverse, entra Pizarro y exige una explicación. Rocco finge que están celebrando el santo del rey, y sugiere tranquilamente que Pizarro guarde su enfado para el prisionero en las mazmorras inferiores. Pizarro le dice que se apresure y cave la tumba, luego anuncia que los prisioneros sean encerrados otra vez. Rocco, Fidelio, Jacquino y Marcelina con renuencia cumplen la orden, los prisioneros vuelven tristemente a las celdas (Leb wohl, du warmes Sonnenlicht - "Adiós, cálida luz del sol").

Acto II

Rocco y Fidelio bajan a las mazmorras a cavar la tumba. Florestán está a solas en su celda, en lo más profundo de las mazmorras. Canta primero su confianza en Dios, luego cree ver a su mujer en forma de ángel que viene a salvarlo (Gott! Welch Dunkel hier! - "¡Dios! ¡Qué oscuro aquí!... In des Lebens Frühlingstagen - "En los días primaverales de mi vida"). Se desvanece por la debilidad. Rocco y Fidelio van a cavar su tumba y lo encuentran dormido. Conforme cavan Rocco urge a Fidelio para que se apresure (Wie kalt ist es in diesem unterirdischen Gewölbe! - "Qué frío hace en esta cámara subterránea"... Nur hurtig fort, nur frisch gegraben - "Sigamos trabajando y acabemos la tumba"). Este es el "dúo del cavar de la tumba".
Florestán se despierta y Leonora lo reconoce. Cuando Florestán descubre al final que está en la prisión de Pizarro, le pide que envíe un mensaje a su esposa Leonora, pero Rocco dice que es imposible. Florestán le ruega una gota para beber, y Rocco le dice a Fidelio que se la dé. Florestán no reconoce a Leonora pero le dice que será recompensado en el Cielo (Euch werde Lohn in bessern Welten - "Serás recompensada en mundos mejores"). Fidelio ruega a Rocco que le permita darle a Florestán un mendrugo de pan, y él accede. Florestán come.
Rocco obedece sus órdenes y suena la alarma para avisar a Pizarro, entra y pregunta si todo está preparado. Rocco dice que sí lo está y le dice a Fidelio que se vaya, pero en lugar de esto se esconde. Pizarro revela su identidad a Florestán, quien lo acusa de asesinato (Er sterbe! Doch er soll erst wissen - "¡Déjale morir! Pero primero debe saber"). Pizarro blande una daga con la intención de matar al prisionero, pero Fidelio se interpone entre él y Florestán y muestra su verdadera identidad. Pizarro alza su daga para matarla pero ella le obliga a desistir a punta de pistola.
Justo entonces las trompetas suenan anunciando la llegada del ministro. Jacquino entra, seguido por soldados, para anunciar que el ministro espera a la puerta. Rocco les dice a los soldados que escolten al alcaide Pizarro arriba. Florestán y Leonora se abrazan cantando su victoria al tiempo que Pizarro declara que se vengará y Rocco expresa su temor por lo que se avecina (Es schlägt der Rache Stunde - "Suenan las campanas de venganza"). La pareja sale al patio en mitad de los prisioneros, cantan un dúo de amor (O namenlose Freude! - "¡Oh, alegría innominada!").
Aquí se interpreta, a veces, la obertura "Leonora n.º 3".
Los prisioneros y los ciudadanos cantan al día y la hora de justicia que ya ha llegado (Heil sei dem Tag! - "¡Saludad al día!"). Don Fernando, el ministro, anuncia que la tiranía ha acabado. Entra Rocco, con Leonora y Florestán, y le pide a Don Fernando que los ayude (Wohlan, so helfet! Helft den Armen! - "¡Así que ayuda! ¡Ayuda a los pobres!"). Rocco explica cómo Leonora se disfrazó de Fidelio para salvar a su marido. Marcelina queda sorprendida. Rocco describe la trama de asesinato de Pizarro, y Pizarro es llevado a la prisión. Florestán es liberado de sus cadenas por Leonora, y la multitud canta alabanzas a Leonora, la leal salvadora de su marido (Wer ein holdes Weib errungen - "Quien tiene una buena esposa").

Escuchamos la versión dirigida por Leonard Bernstein con la Orquesta Filarmónica de Viena y el Coro de la Ópera del Estado de Viena. Los cantantes son: Gundula Janowitz, Lucia Popp, René Kollo, Hans Sotin, Dietrich Fischer-Dieskau, Manfred Jungwirth y Adolf Dallapozza. La puesta en escena es de Otto Schenk. La grabación es de 1978.


jueves, 15 de septiembre de 2016

Sinfonía nº 2 en re mayor, opus 43. Jean Sibelius


La Sinfonía n.º 2 en re mayor, Op. 43, de Jean Sibelius es una sinfonía que comenzó a componer en el invierno de 1901 en Rapallo, Italia, poco después del exitoso estreno de la popular Finlandia, y terminó en 1902 en Finlandia. Sibelius dijo, «mi segunda sinfonía es una confesión del alma».

El barón Axel Carpelan, que puso el nombre del conocido poema sinfónico Finlandia, escribió al compositor poco después de su exitoso estreno, «Ha estado en casa de brazos cruzados un buen tiempo, señor Sibelius, es momento de que usted viaje. Pasará el otoño y el invierno en Italia, un país donde uno aprende el cantabile, el equilibrio y la armonía, la plasticidad y la simetría de las líneas, en un país donde todo es hermoso –incluso lo feo–. Acuérdese de lo que Italia significó para el desarrollo de Chaikovsi y de Richard Strauss». Aunque Carpelan era pobre, recaudó los fondos suficientes para que Sibelius se alojara en una villa de montaña cerca de Rapallo, Italia. En ella compuso las primeras notas de su segunda sinfonía.
Después de más de un año desde que escribiera los primeros motivos, se estrenó la segunda sinfonía por la Sociedad Filarmónica de Helsinki el 8 de marzo de 1902, bajo la dirección del propio compositor. Tras tres interpretaciones con aforo completo, Sibelius hizo algunas revisiones, y la versión revisada se estrenó el 10 de noviembre de 1903 bajo la batuta de Armas Järnefelt, en Estocolmo. Oskar Merikanto, que asistió al estreno, exclamó que esta nueva versión «había superado incluso las expectativas más altas».

Mientras que los críticos tuvieron reacciones mixtas tras el estreno de la sinfonía, el público en general admiró la pieza ya que su grandioso final fue conectado por algunos con la lucha por la independencia de Finlandia, provocando que incluso fuera popularmente bautizada como la «Sinfonía de la Independencia», ya que fue escrita en un momento en que el gobierno ruso sancionó el uso de la lengua finesa y su cultura. La reacción de Sibelius a esto ha sido ampliamente debatido; algunos afirman que él no tenía la intención de transmitir cualquier mensaje patriótico y que la sinfonía sólo fue identificada por otros como una composición nacionalista, mientras que otros creen que escribió la pieza pensando en una Finlandia independiente Finlandia. El compositor finlandés Sulho Ranta dijo, «Hay algo acerca de esta música —al menos para nosotros— que nos lleva al éxtasis; casi como un chamán con su tambor mágico».
La sinfonía ha sido considerada «una de las pocas creaciones sinfónicas de nuestro tiempo, que apunta en la misma dirección que las sinfonías de Beethoven». Sin embargo, Virgil Thomson escribió para el New York Herald Tribune que la sinfónica es «vulgar, autoindulgente, y provinciana, más allá de lo indescriptible»

La sinfonía está compuesta para una orquesta sinfónica formada por los siguientes instrumentos: 2 flautas, 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagotes, 4 trompas, 3 trompetas, 3 trombones, tuba, timbales y cuerdas.
Está escrita en cuatro movimientos:
  1. Allegretto – Poco allegro – Tranquillo, ma poco a poco ravvivando il tempo all'allegro – Poco largamente – Tempo I – Poco allegro
  2. Tempo andante, ma rubato – Poco allegro – Molto largamente – Andante sostenuto – Andante con moto ed energico – Allegro – Poco largamente – Molto largamente – Andante sostenuto – Andante con moto ed energico – Andante – Pesante
  3. Vivacissimo – Lento e soave – Tempo primo – Lento e soave – (attacca)
  4. Finale: Allegro moderato – Moderato assai – Meno moderato e poco a poco ravvivando il tempo – Tempo I – Largamente e pesante – Poco largamente – Molto largamente
La duración de la obra es de 45 minutos aproximadamente.

Movimiento I: En relación con la filosofía de Sibelius en el arte sinfónico, (escribió que «admiraba la gravedad de estilo y la lógica profunda [en la forma sinfónica] que crea una conexión interna entre todos los motivos») el trabajo crece casi orgánicamente a partir de un motivo de tres notas ascendentes escuchado al comienzo de la obra, que, después de aparecer bajo muchas formas a lo largo de toda la sinfonía (y, de hecho, forma la base para la mayoría del material) cierra con el dramático tema del final. De comienzo inestable y pastoral el motivo de tres notas subyace en toda la sinfonía. De forma invisible se van introduciendo nuevas frases, aunque muy relacionadas, creando un efecto como si de un rompecabezas se tratara. El tema completo se escucha únicamente en el clímax del movimiento.

Movimiento II: En su villa en Rapallo, Sibelius escribió: «Don Juan. Yo estaba sentado en la oscuridad en mi castillo, cuando un desconocido entró. Pregunté quién podría ser una y otra vez más — pero no hubo respuesta. Traté de hacerle reír, pero él permaneció en silencio. Finalmente el desconocido comenzó a cantar y es entonces cuando Don Juan supo de quién se trataba. Era la muerte». En el mismo pedazo de papel, escribió el tema de fagot de la primera parte del segundo movimiento, del cual emerge un bajo caminante en pizzicato por las cuerdas. Dos meses más tarde, en Florencia, esbozó el segundo tema, con una nota que dice «Christus», quizás simbolizando la muerte y la resurrección del movimiento, o incluso, Finlandia. Los eruditos sugieren también que Sibelius modeló el segundo movimiento en base a la Divina comedia de Dante. Sin embargo, Robert Kajanus, dijo que el movimiento «le golpea a uno como la protesta más descorazonada contra toda injusticia que amenaza en la actualidad de privar al sol de su luz y de nuestras flores su olor». El movimiento culmina con una tema ascendente en los metales, siguiendo por un motivo etéreo casi como una neblina en las cuerdas en divisi.

Movimiento III: Un scherzo energético en tonalidad menor con motivos rítmicos en las cuerdas es ardiente y rápido. Es seguido por una lenta sección en trío, con un solo de oboe de gran lirismo acompañado por los clarinetes y trompetas. Después de una intervención de trompeta, el scherzo se repite de nuevo. Kajanus, dijo, «El scherzo da una imagen de preparación frenética . Todos apilan la paja en el pajar, todas las fibras son tensadas y cada segundo parece durar una hora. Uno siente lo que está en juego en la contrastante sección en trío con el motivo del oboe en sol bemol mayor».

Movimiento IV: Sin pausa (attacca), el último movimiento, hacia el cual el resto de la sinfonía parece construirse, comienza gloriosamente tras llegar al re mayor, con temas colosales, fuertes, reales y triunfante, a menudo tomados del primer movimiento de la sinfonía. Muy similar a la Quinta sinfonía de Beethoven, el material transitorio entre los dos últimos movimientos se trae de nuevo una segunda vez para que la victoriosa tonalidad mayor pueda apreciarse de nuevo. Este movimiento, inspirado por la música del Romanticismo, es «música italiana que se ha ido al Norte». Kajanus escribió que el último movimiento «se desarrolla hacia una triunfante conclusión con la intención de despertar en el oyente una imagen más clara y segura de las perspectivas de futuro».

Escuchamos esta sinfonía en la versión de Leonard Bernstein dirigiendo a la Orquesta Filarmónica de Viena. La grabación es de 1987.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Sinfonía nº 1 en re mayor "Titán". Gustav Mahler


La Sinfonía n.º 1 («Titán») en re mayor de Gustav Mahler (1860-1911) fue compuesta en el año 1888.
En un principio la obra fue concebida como un largo poema sinfónico. Mahler lo llamó Titán por la novela de Jean Paul (1763-1825), aunque especificó que la sinfonía no se basaba en absoluto en ella. Mahler utilizó en esta sinfonía música procedente de su abandonado proyecto de ópera Rübezahl, que también usó en La canción del lamento.
Al estrenarse, fue acusada de desafiar todas las leyes de la música, siendo calificada de vulgar y sin sentido. Hoy en día, esta sinfonía es una de las más apreciadas de Mahler, debido a su gran riqueza melódica; al hecho de ser una sinfonía temprana, y por otra parte, no es tan larga como otras de sus sinfonías.
La sinfonía se estrenó en 1889 en Budapest, bajo el nombre de «Symphonische Dichtung in zwei Teilen» (‘Poema sinfónico en dos partes’). Sin embargo, más adelante Mahler volvió a trabajar en ella, reformándola y dándole el nombre de «Titán». Con este nombre se estrenó en 1893 en Hamburgo. Sin embargo, Mahler siguió trabajando en la obra y finalmente le quitó su nombre, interpretándose por primera vez en su forma definitiva en Berlín, en 1896.

La sinfonía consta de cuatro movimientos. Originalmente tenía un movimiento adicional llamado Blumine (Florecillas), que Mahler escribió como música incidental para una obra de teatro. Sin embargo, posteriormente Mahler retiró dicho movimiento. En la actualidad casi nunca se interpreta incluyendo este movimiento con la sinfonía, aunque se oye con cierta frecuencia por separado.
  • I. Langsam, schleppend
  • II. Scherzo: Kräftig bewegt, doch nicht zu schnell
  • III. Trauermarsch: Feierlich und gemessen, ohne zu schleppen
  • IV. Stürmisch bewegt
I. Langsam, schleppend (Como un ruido de la naturaleza).
Comienza con una introducción mágica y como de ensueño, tras la cual aparece un movimiento rápido dominado por un tema alegre en la cuerda, que luego pasa a toda la orquesta. Tras una repetición de la introducción, aparece un tema nuevo en las trompas, que conduce a un gigantesco clímax tras el que el movimiento concluye con una alegría desenfrenada.
II. Scherzo: Kräftig bewegt, doch nicht zu schnell (Scherzo: Poderosamente agitato, pero no demasiado rápido).
Scherzo basado en el Ländler, danza popular austriaca. La parte central, (trio) más tranquila, ofrece un momento de descanso poético, aunque también tiene carácter de danza clásica.
III. Trauermarsch: Feierlich und gemessen, ohne zu schleppen (Marcha fúnebre: solemne y mesurado, sin rezagarse).
Es una marcha fúnebre en re menor. Comienza con un solo de contrabajo que es una variación en modo menor del tema «Frère Jacques» (el popular «Campanero» o «Martinillo»). La tristeza de la marcha fúnebre contrasta con pasajes grotescos en los que parece sonar una música de banda popular y compases de danza.
IV. Stürmisch bewegt (Agitato).
El gran final de la obra simboliza el tránsito de las tinieblas a la luz. Tiene estructura de sonata y el comienzo es un tema tempestuoso y de gran longitud, al que le sigue un segundo tema lírico interpretado por las cuerdas. En el desarrollo aparece un nuevo tema triunfante en los instrumentos de metal, pero le hará falta luchar y ser derrotado tres veces antes de alcanzar el brillante re mayor final. Después de un último pasaje reflexivo, se encuentra el triunfo definitivo del optimismo, donde el compositor indica que las trompas se pongan de pie y al final, el bombo casi hace colapsar junto con toda la orquesta, la capacidad que tiene el aire, de transportar el sonido.

Escuchamos la versión de Leonard Bernstein al frente de la Orquesta Filarmónica de Viena en una grabación de 1974.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Sinfonía nº 1 en mi menor, op. 39. Jean Sibelius


La Sinfonía nº 1 en mi menor, op. 39 de Jean Sibelius (1865-1957) fue compuesta en 1898, cuando el compositor tenía 33 años. Fue estrenada el 26 de abril de 1899 por la Orquesta Filarmónica de Helsinki, dirigida por el mismo compositor, en una versión original que se ha perdido. Después del estreno, Sibelius hizo algunas revisiones, resultando la versión definitiva que puede escucharse hoy en día. La versión revisada fue concluida entre la primavera y el verano de 1900 y fue estrenada por la Orquesta Filarmónica de Helsinki dirigida por Robert Kajanus el 1 de julio de 1900.
A diferencia de sus últimas sinfonías o del poema sinfónico Finlandia, obras por las cuales es más conocido Sibelius, la primera sinfonía no utiliza tan intensamente la sección de metal.En esta obra, Sibelius mimetiza el estilo lírico de Tchaikovsky o Brahms. Aunque el autor negó posteriormente estas influencias, el lirismo y el uso limitado de los metales evidencian la emulación.
La sinfonía se caracteriza por el uso de solos de los instrumentos de cuerda y de madera; el primer movimiento se abre con un largo y a veces confuso solo de clarinete sobre un redoble de timbales. El tema del solo vuelve al principio del cuarto movimiento con un fortísimo de las cuerdas con acompañamiento del viento. Los movimientos siguientes incluyen solos de violín, viola y violoncelo. Además, la sinfonía se caracteriza por incluir secciones en tonalidades mayores que contrastan con la tonalidad menor general de la obra.
La duración oscila entre 35 y 40 minutos. Muchos directores prefieren reducir la velocidad sugerida por las indicaciones de metrónomo del mismo Sibelius, en particular en la sección rápida (allegro energico) del primer movimiento. A causa de esto, la mayor parte de las versiones tiene una duración de entre 38 y 40 minutos (de hecho, los editores de la partitura sugieren la duración de 40 minutos). Cuando se interpreta en un tempo más lento, la obra se percibe como grandiosa i romántica, mientras que tiempos más rápidos le dan un carácter más juvenil.

Se estructura en los cuatro movimientos tradicionales:
  1. Andante, ma non troppo - Allegro energico
  2. Andante (ma non troppo lento)
  3. Scherzo: Allegro
  4. Finale: Andante - Allegro molto - Andante assai - Allegro molto come prima - Andante (ma non troppo)
Escuchamos la versión de Leonard Bernstein dirigiendo a la Orquesta Filarmónica de Viena en una grabación de 1990.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Sinfonía nº 2 en do menor "Resurrección". Gustav Mahler


La Sinfonía n.º 2 en do menor es una sinfonía coral del compositor austríaco Gustav Mahler (1860-1911), conocida como Auferstehung (Resurrección en alemán), por la musicalización de la oda del mismo nombre de Klopstock. Fue compuesta entre 1888 y 1894 y tiene un final coral.
La sinfonía nació como Totenfeier (Ritos fúnebres), un poema sinfónico en un movimiento basado en el drama poético Dziady del poeta polaco Adam Mickiewicz, que Mahler terminó en 1888. Cuando ya comenzaba a adquirir prestigio y estima como director de orquesta, presentó su obra al entonces eminente director Hans von Bülow, que tuvo una reacción sumamente desfavorable y la consideró antimusical. Profundamente desanimado, no obstante no abandonó su obra y posteriormente regresó al movimiento, agregando tres más a fines de 1893 - eran los cuatro primeros de la sinfonía que conocemos. Dejó la obra por un tiempo, sintiendo que necesitaba un final.
En 1894, Hans von Bülow murió, y en el funeral Mahler oyó una musicalización de la oda Aufersteh'n (Resurrección) del poeta alemán Friedrich Gottlieb Klopstock (1724-1803). Aquello fue una revelación, y decidió terminar su obra con su propia musicalización de dicho poema, al que efectuó algunas modificaciones.
Mahler diseñó un programa narrativo para la obra que reveló a varias de sus amistades. Sin embargo, no aprobó su difusión pública, aunque en la actualidad siempre se divulga en los programas de concierto. En este argumento, el primer movimiento representa un funeral y responde a preguntas tales como: "¿Hay vida después de la muerte?"; el segundo movimiento es un recuerdo de tiempos felices de la vida que se apagó; el tercer movimiento representa una completa pérdida de fe, y el considerar la vida como un sinsentido; el cuarto movimiento, un lied, es el renacimiento de la fe ("Yo soy de Dios, y retornaré a Dios"), y el quinto movimiento, después del regreso de las dudas del tercero y las preguntas del primero, termina con una realización del amor de Dios, y el reconocimiento de la vida después del fin (la resurrección).
La obra fue publicada por primera vez en 1897 por Universal Edition. En 1899 fue publicado un arreglo de Bruno Walter para piano a cuatro manos (dos músicos en un solo piano).

Estreno mundial (completo): 13 de diciembre de 1895 en Berlín dirigida por el compositor.

La sinfonía está compuesta para una gran orquesta sinfónica, un coro mixto, dos solistas (soprano y contralto), órgano, y un conjunto fuera de escena de metales y percusión. El uso de dos gongs, uno con afinación grave y otro más agudo, es particularmente original; al final del último movimiento se les puede escuchar tocando en alternancia de forma repetida.

La forma final de la obra tiene 5 movimientos:
  • I. Totenfeier ("Ritos Fúnebres"). Allegro Maestoso. Mit Durchaus ernstem und feierlichem Ausdruck.
  • II. Sehr gemachlich. Andante moderato.
  • III. In ruhig fliessender Bewegung (Con un movimiento tranquilamente fluyente)
  • IV. Sehr feierlich, aber Schlicht. "Urlicht" (Texto de Gustav Mahler).
  • V. Im Tempo des Scherzos. Wild herausfahrend. "Auferstehung" (Texto de Gottlieb Friedrich Klopstock).
Musicalmente, el primer movimiento, si bien tiene una diversidad de momentos, alude a una marcha fúnebre, y es violento y colérico. Es una forma sonata bastante extensa.
Finalizando este movimiento, Mahler pide una pausa de cinco minutos antes del segundo.
Este movimiento es un delicado Ländler con dos secciones contrastantes de música un poco más oscura, que recuerdan al Scherzo de la Sinfonía n.º 9 de Beethoven.
El tercer movimiento es un scherzo basado en su lied Des Antonius von Padua Fischpredigt (San Antonio de Padua predicando a los peces, también con texto del Des Knaben Wunderhorn). Comienza con dos golpes de timbal fuertes y secos. Luego siguen dos golpes más suaves, y después otros todavía más suaves que dan el tempo de este movimiento.
El cuarto movimiento, Urlicht, es otro lied del Wunderhorn, que lo canta actualmente una alto, a quien Mahler le pide que cante como un pequeño niño celestial.
El último movimiento es el más largo, que dura (típico en las sinfonías de Mahler), más de media hora. Es muy episódico, conteniendo una diversidad de instantes, tempo y tonalidades, con mucho material que había sido oído en los movimientos precedentes. El uso del coro en este último movimiento hace que se la compare con la Sinfonía n.º 9 de Ludwig van Beethoven.

Los textos para las partes cantadas de la sinfonía son de diversa procedencia. El del cuarto movimiento Urlicht (Luz prístina)proviene de la famosa antología de poesía folclórica alemana Des Knaben Wunderhorn (La trompa (o cornucopia) maravillosa de la juventud), del que Mahler musicalizó varios textos) publicado y revisado por Achim von Arnim y Clemens Brentano. El del último proviene de la mencionada Auferstehung de Klopstock.
Las primeras ocho líneas fueron tomadas del poema "Die Auferstehung" (La Resurrección) de Friedrich Gottlieb Klopstock. Mahler omitió las últimas cuatro líneas de este poema y las reescribió él mismo.
La sinfonía fue la preferida del papa Juan Pablo II.

Escuchamos la versión de Leonard Bernstein al frente de la Orquesta Sinfónica de Londres con el Coro del Festival de Edimburgo, con Sheila Armstrong (soprano) y Janet Baker (mezzosoprano) en una grabación de 1973 en la catedral de Ely (Cambridgeshire).

lunes, 27 de enero de 2014

Ave verum corpus, K. 618. Wolfgang Amadeus Mozart



Ave verum corpus es un pequeño motete musical compuesto por Wolfgang Amadeus Mozart sobre el breve himno eucarístico homónimo que data del siglo XIV y se atribuye al papa Inocencio VI. Tiene el número KV 618 según la numeración del Catálogo Köchel de la obra de Mozart.
En abril de 1791, Leopold Hofmann, quien fue maestro de capilla en la Catedral de San Esteban de Viena, cayó gravemente enfermo. Mozart, que nunca había sido un ávido compositor de música sacra, vio una oportunidad de mejorar sus ingresos. Con este fin, dirigió de nuevo su atención a este tipo de música, que culminó finalmente con su Réquiem. (En este caso, Hofmann sobrevivió a Mozart, y murió en 1793.)
El motete Ave verum corpus fue compuesto para la festividad del Corpus Cristi y terminó su composición en Salzburgo el 18 de junio de 1791 (el año de su muerte). Fue dedicado a Anton Stoll, director del coro de la parroquia de Baden, una estación termal donde Constanze, la esposa de Mozart, pasaba largas temporadas reponiéndose de su penoso estado de salud.
Esta obra está compuesta para coro, cuerdas y órgano. En el manuscrito de Mozart sólo existe una pequeña nota a la dirección indicando sotto voce al comienzo.
Este motete es muy simple, quizá por la prohibición de componer música que no fuese para la Corte Imperial o quizá pensando en las limitaciones del coro de Stoll. De cualquier modo su valor radica en su simplicidad y belleza.
La obra se reduce a cuarenta y seis compases de escritura orquestal para la introducción, desarrollo y fin, estando interna toda la parte coral. Esto también responde a la corriente de estilo que imperó en Viena por la época que promulgaba la simplicidad en formas de las obras religiosas.
Por otro lado, esta obra fue compuesta mientras Mozart terminaba de componer su ópera La flauta mágica y mientras Constanze esperaba su sexto hijo y reposaba en el balneario de Baden. Sólo faltaban unos escasos seis meses para la muerte de Mozart.
Como curiosidad cabe comentar que existe una modulación inusual desde la tonalidad pasajera de La mayor a Fa mayor mientras se canta el texto "cuius latus perforatum unda fluxit et sanguine" ("de cuyo lado perforado, fluyó agua y sangre"); esta modulación es muy simple: pasando de La al acorde de Do con séptima mediante cromatismo en las voces de sopranos y tenores. Do es el tercer grado (mediante) de La y a su vez quinto (dominante) del sexto grado, Fa, es decir, el mencionado acorde es dominante secundaria de Fa, tonalidad en la que dicha séptima de dominante termina por resolver, aunque la breve duración en la región de Fa podría considerarse más bien un pasaje modulante que una modulación en toda regla.
Esta sencillez modulatoria fue descrita por Artur Schnabel, quien dijo de la misma "demasiado simple para los niños pero demasiado difícil para los adultos". También hay otra curiosidad, resulta que esta oración litúrgica contiene un texto final que, aunque es más moderno que el resto de la oración, dice: "O Jesu dulcis, o Jesu pie, o Jesu, Fili Mariae" que Mozart no musicalizó por causas desconocidas.

El texto completo es:
Salve, Verdadero Cuerpo nacido
de la Virgen María,
verdaderamente atormentado, sacrificado
en la cruz por la humanidad,
de cuyo costado perforado
fluyó agua y sangre;
Sé para nosotros un anticipo
en el trance de la muerte.
¡Oh, Jesús dulce, oh, Jesús piadoso, oh, Jesús, hijo de María!
Vamos a escuchar la versión del Coro y la Orquesta de la Radiodifusión Bávara dirigidos por Leonard Bernstein en un concierto celebrado en abril de 1990 en la abadía de Waldsassen.