Ravel escribió esta suite para piano a cuatro manos para Jean y Mimi, los hijos de sus amigos Ida y Cipa Godebski (hijo de Cyprian Godebski, el escultor y hermanastro de Misia Sert). Ma mère l’Oye da testimonio del gusto del músico, soltero y sin hijos, por la temática “infantil” que se encuentra igualmente más tarde en L’Enfant et les Sortilèges. La versión para piano fue concebida para ser interpretada por manos jóvenes y su estreno, el 20 de abril de 1910, fue obra de dos niños de 6 y 10 años respectivamente. Fue publicada en 1910 con el subtítulo “Cinco piezas infantiles” y tiene cinco movimientos.
En la versión para orquesta, Ravel utiliza una orquesta reducida: los atriles de las maderas y el viento son dos, no hay trompeta, ni trombón ni tuba; esta intimidad orquestal, casi camerística, favorece las partes solistas y las mezclas de timbres sutiles. Una atmósfera particular y cautivadora de cuento infantil que volveremos a encontrar en El carnaval de los animales de Saint-Saëns o Pedro y el lobo de Prokofiev.
Escuchamos la versión de Sergiu Celibidache dirigiendo a la Orquesta de la Radio Suiza Italiana.
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